martes, 19 de febrero de 2008

Entre gritos y sollozos

El señor Henry Carrascal, a quien las malas compañías lo pusieron dentro de la crítica pública en su casi intrascendente carrera como comunicador social, ha lanzado una plegaria al Altísimo para que, quienes leamos sus correos, nos demos cuenta que el Presidente de la República ha manipulado su entorno para llegar al cargo y que a partir de allí no ha hecho más que traicionar a quienes lo apoyaron… y que lo seguirá haciendo.

Es un punto de vista como tantos que he leído y escuchado, y puedo compararlo con otro: Correa es un megalómano que se ha aprovechado de los errores de la derecha para llegar al poder. Es fácil suponer que las opiniones y chismes –porque los hay- nacen de los sectores afectados por las políticas –aún por establecer su eficacia- del Ejecutivo y de quienes pensaron que al bailar al son de “Pasión por la Patria” tenían garantizados su porvenir y negocios, en algunos casos mal habidos.

¿El Jefe de Estado se encargó sólo de crear su actual ambiente de confrontación o tuvo la asesoría de un grupo que en lo que menos piensa es en la unidad nacional? Puede ser una o ambas situaciones dentro de una época en la que la ciudadanía está asqueada de la manera en que la derecha gobernó en varias instancias del Estado.

Se ha optado por la izquierda en este período, recordemos que el electorado no ha sabido definirse por una postura pensando siempre en que lo opuesto al régimen anterior es la mejor opción, y la historia dirá si lo que hacemos o permitimos ahora es bueno para la estabilidad política y económica que hace mucho no visitan la mitad del Mundo.

Correa piensa con la cabeza fría y la calienta para enfrentar a sus opositores, es una impresión que siempre tuve, así mismo pienso que debería imitar al presidente de Asamblea, Alberto Acosta, en el intento de incluir en el diálogo a todos los sectores y tomar la iniciativa de hacerlo… si se espera que los “otros” busquen el diálogo, es probable que nunca exista.

Concretamente, en Guayaquil –donde soplan vientos separatistas para la conformación de la República del Guayas- hay dos posturas: Buscar el diálogo, iniciativa de la Junta Cívica bajo la nueva administración de Carlos Baquerizo, y, buscar la imposición de ideas bajo la amenaza que si el Puerto Principal se pronuncia en contra del nuevo marco constitucional no tiene por qué acatarlo, “sugerencia” del alcalde Jaime Nebot.

Si los procesos electorales fuesen como el burgomaestre sugiere, Álvaro Noboa debería ser proclamado presidente no sólo en Guayas, sino además de Manabí y Esmeraldas –únicas 3 provincias en las que ganó el empresario-… no hace falta decir que es una estupidez democrática.

La derecha se ha equivocado y la izquierda también, los periodos presidenciales de las últimas décadas así lo sentencian… Creo que a Correa y Nebot les convendría un retiro espiritual para aprender a callar y respetar, todos merecen una crítica pero nadie tiene derecho a juzgar e imponer voluntad.

Creo además que Acosta y Baquerizo serían buenas opciones y adecuados reemplazos para intentar regresar a la calma… y darles tiempo para cosas útiles a los mártires de temporada creados a partir del exilio político en el Legislativo, la incontinencia verbal de los personajes del momento ya hostiga.