martes, 18 de noviembre de 2008

Medio desconocido

Una opinión… como cualquier otra.
Aunque no comparto la línea de las notas de El Comentarista del rotativo La Calle de Guayaquil, procuro leerlos porque siempre es bueno conocer sobre el pensamiento de todas las líneas políticas. Lanzar flores o veneno en exceso hacia los personajes públicos dice mucho sobre la apertura a un pensamiento contrario al propio.
Esto con respecto a uno de estos comentarios publicado el lunes 17 de noviembre de 2008, y en donde se critica abiertamente –y con bastante ponzoña- a los medios de comunicación estatales de Ecuador y cualquier gobierno afín al actual… o por lo menos que se le parezca.
Si bien acá han sido satanizados, los medios públicos tienen bastante aceptación en países progresistas de Europa porque se da menos espacio a la noticia “que vende” y más a las noticias, reportajes, crónicas y entrevistas de personajes o iniciativas de función social.
El interés o aceptación de estos y otros medios que no dependen de la publicidad para autosustentarse obedece al nivel de cultura y tolerancia y, quizás por ello, aún no gozan de “alta popularidad”. Muy particularmente, El Telégrafo es leído en mayor cantidad por las calles y oficinas del país desde la renovación de su contenido.
En una sana competencia no son necesarios los desprecios –por mucho que puedan acercarse a una verdad-. Aunque hay que admitir que los medios parcializados tienen así mismo una aceptación muy limitada porque terminan excluyendo eventos o personas que no convienen a sus intereses.
Quizás por eso El Universo ha perdido adeptos frente a El Telégrafo –que mantiene la línea parcial en los editoriales y no en las noticias- y Expreso se mantiene al tope de las preferencias por su línea incluyente y lo menos parcializada posible.
La memoria me trae el recuerdo de cuando La Calle nació como El Metro dentro de El Telégrafo… Ahora el hijo ha desconocido al padre porque este se desvinculó de la evidente línea política que compartían.
Conocí de cerca la situación desde diferentes butacas y puedo decir más al respecto… pero no quiero apartarme del mensaje. Los medios públicos dan los espacios que otros no dan y los medios excesivamente parcializados no tendrán aceptación mayoritaria popular, solo del sector que representan o piensen como ellos.