jueves, 11 de junio de 2009

Hablar de dos

Desde muy pequeño, mientras mis hermanos preferían coger, en esos domingos familiares, la sección de tiras cómicas, yo intentaba leer y comprender lo que se publicaba en la desaparecida sección dominical “Paratodos” de El Universo… desde ahí me resulta más interesante saber más de lo que me rodea y dejar la fantasía para otro momento.
Mucho tiempo pasó…
“Siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo”, dice una canción. El Universo sería –y por el momento- el medio escrito que más he leido. Por visitas familiares supe de la existencia de El Telégrafo, Vistazo. A través de los años otros que, por alguna razón, no dejaron un legado visible.
Mucha lectura…
Luego está la televisión. Televistazo (Ecuavisa), cuando no necesitaba de un seudónimo mañanero, 24 horas (Teleamazonas) cuyo logo se demoró millón en cambiar, son los únicos espacios que sigo desde pequeño. Otros noticiarios tuvieron mi atención ya en la adolescencia.
Mucha televisión…
La radio. Caravana, CRE, Atalaya, Sonorama, Sucre (ese buenos díaaaaaaaaaaaaaaas, Ecuadorrrrrrrrrrrrrr era mi desayuno gracias a mi mamá) y Cristal. La ventaja de estos medios es que no necesitan guardar muchas apariencias. Se habla como puede, quiere o dejan y no necesitan las posturas de armario de la TV o armar detalles en un diario donde el error está al día siguiente.
Pura nostalgia, me gusta la radio…
Tengo casi 4 años dedicado al periodismo: 2 en radio y 2 en prensa escrita. Qué distinto es ver a los medios desde adentro. Aprendí a derrumbar ídolos y crear convicciones. Hacer amigos y solo compañeros o colegas. Conocer conveniencias y pericias. Limitar espacios.
En resumen, saber expresar ideas…
Son días en que el concepto de libertad de expresar adquirió varias concepciones… tantas como intérpretes de la actualidad nacional existen en el país. Se hizo necesaria una retrospectiva para poder opinar… sin embargo hay un pero.
Una de las tantas cosas que aprendí dentro del medio es que cualquier cosa que diga o escriba regresa a mi, de muchas formas. Agradables y otras no tanto. Lo que yo piense de la libertad de expresión, no debe interesar, pero sí merece respeto como cualquier pensamiento.
Desgraciadamente, es la manipulación de posturas e información lo que centra la atención en el tema… no todos son culpables.
Buscar al inocente es la tarea difícil.

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