martes, 23 de octubre de 2007

Hacerse respetar

http://www.youtube.com/watch?v=TbYvuILijDE

La dirección de arriba es para referente de lo que estoy por opinar. La verdad que la posición de Joseph Garzozzi, director de turismo de la Municipalidad de Guayaquil, de exhortar a no ir a la nueva provincia de Santa Elena como respuesta al irrespeto del que fue objeto la Bandera de mi ciudad durante las manifestaciones que se dieron en la Península, me había parecido una medida algo infantil y berrinchuda que nada aporta a la unidad nacional… pero existe algo que me indigna.

La creación de la provincia 24, en mi opinión, tenía una particular paradoja. Yo no confío en que los intereses de Pancho Pistolas, Pepe Carioca y el Pato Donald… “los 3 compañeros” alcaldes peninsulares sean transparentes y así mismo, la gestión de la Prefectura del Guayas no llenó las expectativas de quienes viven en Santa Elena, Salinas y La Libertad –en el mismo orden para los alcaldes en la alusión de los “3 compañeros”-… ya consumado los eventos, toca ahora que, tanto peninsulares como guayasenses, estemos al pendiente para ver que tan conveniente fue la provincialización.

Volviendo al tema de la deshonra para el bicolor guayasense, mucho cuidado a las autoridades del Gobierno en querer buscar “chivos expiatorios” para sancionar la culpabilidad de quienes actuaron directamente sobre la quema, y otras cosas que prefiero no mencionar, a la Bandera de Guayaquil. No se trata de encerrar a cualquiera que estuvo del lado de los hechos sino de encontrar a los malagradecidos que se burlaron y mancillaron el símbolo ciudadano de quienes durante mucho tiempo aportamos a su economía turística.

Sólo me refiero a ése grupo de personas, tengo familia en La Libertad y nadie en ella se prestaría a participar en ésta o alguna otra afrenta beligerante. Por eso reitero que hay que buscar a los auténticos responsables y aplicar una sanción ejemplificadora para que este tipo de acciones no vuelva a ocurrir en algún rincón del Ecuador.

Entre mis seres queridos están gente, no sólo de Guayaquil o La Libertad, también de Babahoyo, Machala, Milagro, Quito, Portoviejo, Ambato y estoy seguro que ninguno de ellos se sentiría cómodo si se burlan de su identidad y su cuna… pero no acudamos a la política de que por unos cuantos deban pagar inocentes, terminemos con esa clase de revanchismo.

Todos son libres de disfrutar el feriado donde les parezca… Por unos cuantos infelices no voy a dejar de visitar a mis familiares liberteños. Soy pacifista pero reconozco que tengo ganas de darles unas cuantas patadas a quienes mancillaron mi Bandera.

Y mucho cuidado con las balas perdidas, apuntemos bien.

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