viernes, 14 de marzo de 2008

Prensa vs Prensa

Las faltas a los valores éticos del periodismo es algo que se ha vuelto una costumbre que difícilmente desaparecerá mientras se mantengan intereses ajenos a una información objetiva detrás de los medios de comunicación social.

En ocasiones anteriores, he manifestado mi disconformidad cuando se manipula una noticia con el fin de desprestigiar la imagen de la gestión de Rafael Correa… “Jingle de PAÍS se cantará en escuelas”, “Nepotismo es una práctica del actual régimen”, entre otras que tenían por lo menos algo de cierto pero que incurrieron en dos faltas graves dentro del periodismo: No verificar las fuentes y omitir la versión de una de las partes.

Son vicisitudes que se están repitiendo a nivel mundial con la clara intención de elevar a los altares la incursión de Colombia en nuestro territorio y dejar a las autoridades de Ecuador –empezando por el Presidente- como aliados de la guerrilla para justificar lo que evidentemente fue una masacre que terminó por afectar vidas ajenas al problema colombiano.

Durante la Cumbre de Río, la mirada de Correa hacia su par colombiano, Álvaro Uribe, cuando éste se acercó a darle la mano, dejó claro que no quedaba confianza por lo sucedido… y por lo que podía suceder. La prensa ecuatoriana en su mayoría respaldó al Presidente pero el apoyo resulta pequeño, en cantidad, ante el apoyo que "otra" prensa le ha dado a Uribe.

Un error, que esperemos que no se convierta en imperdonable, es poner las pruebas de la “inteligencia militar” de Colombia en manos de la oposición. Puede que el Ejecutivo no tenga nada que temer pero creo difícil que conozca su círculo hasta el más mínimo vértice… ¿cómo garantizar que todos –y hago énfasis en la palabra todos- ellos tenga las manos limpias?

Correa no se puede dar el lujo de meter las manos en el fuego por todo su círculo cuando hay demasiada tela por cortar y desenredar el ovillo hasta la última punta. La agresiva campaña de cierta prensa norteamericana, colombiana e internacional no dará tregua hasta volcar la opinión mundial sobre los acontecimientos del 1 de marzo.

El asunto no iba a terminar en la Cumbre de Río y la presión autoridades norteamericanas es algo que se veía venir. Cuando el rey de España mandó a callar a Hugo Chávez tuvo su repercusión política… y que Correa mande a callar a la Secretaria de Estado de EE.UU. también la tendrá pero así también será la prensa quién determine al “villano”… los resultados están cada vez más cerca en esta guerra informativa.

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