martes, 18 de marzo de 2008

Y la culpa es de...

Es lamentable que medios de comunicación de alta credibilidad y aceptación nacional caigan en el error lamentable de no verificar la fuente de una información, es algo que puede ocurrir sin mala intención –reprochable en todo caso- a cualquier espacio informativo.

Aunque los nexos accionarios de El Tiempo lo colocan como medio oficialista, sigue siendo discutible el motivo por el cual publicó la foto de un comunista argentino como la de un Ministro ecuatoriano… de paso, en minuciosa observación se puede ver que no hay un parecido contundente entre uno y otro.

Pero, y aunque el daño está hecho –más allá de las disculpas con “pero” incluido de El Tiempo-, la pregunta de rigor es el manejo de las investigaciones colombo-ecuatorianas en torno al venteado asunto de las FARC como mal latinoamericano y su repercusión en los conceptos de los ciudadanos en ambos países.

Muchas manos se han metido en investigaciones que deberían ser reservadas, y más cuando cierto sector de la prensa se ha vuelto muy comercial. Se ha vuelto muy delgada la línea entre tener un reportaje exclusivo por convicciones periodísticas y quererlo por razones subjetivas.

El Tiempo, como le puede pasar a muchos, se equivocó pero el problema de un manejo irresponsable de la información es algo que ya tiene antecedentes –y estandartes-, más cercanos de lo que se quisiera.

Lo peor es que ésta y otras situaciones similares se prestan como tribunas de las fanaticadas comunistas e imperialistas incapaces de admitir errores por el albedrío de su lenguaje, en muchos casos groseros e inconsecuentes, pero que no tienen más base que puras especulaciones.

El rescate de la objetividad en la información tiene como primeros responsables a los medios de comunicación pero el resto de la ciudadanía no debe convertir a la prensa como único faro para alimentar argumentos y menos si provienen de la pasión sin conocimientos.

Todos formamos parte de nuestro entorno y cada quien es responsable de sus acciones… aquello de “él me lo dijo, la culpa es de él” es una excusa muy utilizada por niños... pero somos los más adultos quienes escribimos la historia y por tanto somos el ejemplo.

Se sabe por donde se quiere caminar aunque no muchos tienen nociones de cómo transitar.

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